La mezcla de probióticos complementarios puede desempeñar un papel en la detención del desarrollo del coronavirus

Recientes investigaciones han sugerido que los probióticos ayudan a combatir el Covid-19. Los datos preliminares de un nuevo estudio así lo indican, sugiriendo que una formulación probiótica podría actuar como un remedio complementario para ralentizar la progresión de COVID-19. Los investigadores subrayan la importancia del eje intestino-pulmón en el control de la enfermedad.

 

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores administraron una formulación probiótica suplementaria a 70 pacientes que habían dado positivo por COVID-19. Cabe destacar que casi todos mostraron remisión de la diarrea, en comparación con menos de la mitad en el grupo sin suplementos. En los pacientes que recibieron su bacterioterapia oral, el riesgo estimado de desarrollar insuficiencia respiratoria fue ocho veces menor en comparación con el grupo que no recibió suplementos.

 

Antesala del estudio

 

El Dr. Giancarlo Ceccarelli, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Roma, ha sido uno de los investigadores del estudio. El autor ha detallado que “los resultados preliminares evidenciaron una mejora en la tasa de supervivencia y un menor riesgo de transferencia a una reanimación intensiva para los pacientes suplementados con el probiótico en comparación con los que solo recibieron el tratamiento estándar”.

 

Además, Ceccarelli ha añadido que las bacterias intestinales tienen un impacto de largo alcance en el sistema inmunológico pulmonar. Estos resultados enfatizan “la importancia del eje intestino-pulmón en el control de la enfermedad COVID-19”.

 

Por lo tanto, según las declaraciones de Ceccarelli, “la bacterioterapia podría representar una opción adicional para esta grave enfermedad”. No obstante, el autor ha dejado claro que se trata de un estudio preliminar y específico para este producto concreto.

 

Fórmula probiótica

 

Concretamente, el estudio utilizó SivoMixx 800, una formulación probiótica que contiene cepas bacterianas del ácido láctico y bifidobacterias en una concentración de 800 mil millones de Unidades Formadoras de Colonias (UFC) por sobre. Sus fabricantes, Ormendes, una empresa de biotecnología suiza, dijeron que el producto no está destinado a tratar, prevenir o curar ninguna enfermedad.

 

Sin embargo, su formulación puede resultar adecuada para abordar la disbiosis. Es una alteración del equilibrio de la microbiota que se suele dar en pacientes que han muerto a causa del COVID-19. Esto es porque la secuenciación de su microbiota reveló una disminución significativa de bifidobacterias y lactobacilos, así como un aumento de bacterias oportunistas como Corynebacterium o Ruthenibacterium.

 

El estudio destaca que la disbiosis intestinal tiene un impacto de largo alcance en el sistema inmunológico pulmonar. Por lo tanto, podría ser un riesgo adicional de dificultad respiratoria inducida por COVID-19. De cara a estudios anteriores, estos han sugerido que algunas cepas de lactobacilos y bifidobacterias tienen un papel protector contra el virus de la influenza, rinovirus, virus sincitial respiratorio, adenovirus y neumovirus.

 

Detalles de la investigación

 

El estudio reclutó a 70 pacientes positivos en COVID-19, hospitalizados entre el 9 de marzo y el 4 de abril de 2020. Estos pacientes presentaron fiebre y requirieron oxigenoterapia no invasiva. Además, 42 de ellos recibieron hidroxicloroquina, antibióticos y tocilizumab, solos o en combinación.

 

Un segundo grupo de 28 sujetos recibió la misma terapia añadida con bacterioterapia oral. Se utilizó la formulación Multistrain, compuesta por Streptococcus thermophilus DSM 32345, L. acidophilus DSM 32241, L. helveticus DSM 32242, L. paracasei DSM 32243, L. plantarum DSM 32244, L. brevis DSM 27961, B. lactis DSM 32246 y B. lactis DSM 32247. Se administró en 3 dosis iguales por día.

 

En 72 horas, casi todos los pacientes con bacterioterapia mostraron una remisión de la diarrea y otros síntomas en comparación con menos de la mitad del grupo que no recibió suplementos. Asimismo, en los pacientes tratados con bacterioterapia oral el riesgo estimado de desarrollar insuficiencia respiratoria fue ocho veces menor que en el grupo que no estaba integrado.

 

Tanto la prevalencia de pacientes en UCI como la mortalidad fueron mayores entre los pacientes no tratados con bacterioterapia oral. “Los puntos de entrada del virus en el cuerpo son enzimas que están vinculadas a las células intestinales”, escribieron en el estudio.

 

Por otra parte, los autores señalaron que “el coronavirus cambia constantemente sus patrones de unión a medida que evoluciona. Esto significa que el objetivo potencial en los pulmones también puede variar, pero no en el intestino delgado, donde permanece constante”.

 

Respecto a los resultados, en la fase aguda, solo el 10% de los pacientes con enfermedad por coronavirus 19 (COVID-19) presentaron ADNc del virus en la sangre. “Casi el 50% de ellos lo excretan en las heces”, matizó el equipo de investigación. De hecho, la forma infecciosa del virus se identificó varias veces, lo que sugiere que la vía orofecal es un modo de contaminación. “La afectación intestinal podría explicar la amplia variación en la carga viral de una prueba a otra en la misma persona, como si el virus se escondiera allí”, concluyeron.

 

Funciones biológicas protectoras

 

Al discutir los resultados del estudio, el equipo planteó la hipótesis de que en los pacientes infectados por COVID-19, una formulación bacteriana con el perfil bioquímico e inmunológico “apropiado” podría desencadenar varias funciones biológicas protectoras.

 

Los investigadores también han detallado que las cepas bacterianas presentes en el producto utilizado pueden mejorar la producción “tanto del factor 2 relacionado con el factor nuclear eritroide 2p45 (Nrf2) como de su hemo oxigenasa-1 diana (HO-1)”. Estas moléculas ejercen actividad antiviral mediante la reducción del estrés oxidativo. “Nrf2 y HO-1 tienen una actividad antiviral significativa contra una amplia variedad de virus, incluidos el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el virus de la influenza, el virus sincitial respiratorio, el virus del dengue y el virus del Ébola, entre otros”, han destacado.

 

Por otra parte, el equipo se reafirma en el papel del eje intestino-pulmón. La vía del sistema linfático es uno de los temas en el que hacen hincapié durante el estudio. “Forma un canal entre los pulmones y el intestino, donde las bacterias pueden cruzar la barrera intestinal para llegar a la circulación e influir en la respuesta inmune pulmonar”.

 

Declaraciones y conclusiones

 

“Los metabolitos intestinales afectan significativamente no solo la inmunidad intestinal local, sino también otros órganos a través del sistema linfático y circulatorio”, han añadido los autores. Por ejemplo, los ácidos grasos de cadena corta (AGCC) producidos principalmente por la fermentación bacteriana de la fibra dietética actúan en los pulmones como señalización para atenuar las respuestas inflamatorias y alérgicas.

 

En este sentido, el director ejecutivo de Ormendes, Salvatore Orlando, ha dicho que está “muy complacido” de que una de sus formulaciones haya sido seleccionada como parte de este estudio independiente. “Esto confirma la creciente conciencia de la comunidad científica sobre el papel clave de la microbiota a la hora de abordar la atención médica en la actualidad”.

 

Referencias

 

d’Ettorre G, Ceccarelli G, Marazzato M, Campagna G, Pinacchio C, Alessandri F, Ruberto F, Rossi G, Celani L, Scagnolari C, Mastropietro C, Trinchieri V, Recchia GE, Mauro V, Antonelli G, Pugliese F, Mastroianni CM. Challenges in the Management of SARS-CoV2 Infection: The Role of Oral Bacteriotherapy as Complementary Therapeutic Strategy to Avoid the Progression of COVID-19. Front Med (Lausanne). 2020 Jul 7;7:389.