Mucha gente relaciona el comer grasas con engordar, y no es así del todo, pero repito, las grasas no engordan.
Las grasas
La grasa es un sinónimo de dos palabras que pueden llevar a confusión.
La grasa en alimentación: Lípidos y la grasa corporal: Tejido adipóso.
La grasa en alimentación, lípidos, son por ejemplo el aceite, crudo o frito, cambia sus características y pasa a ser bueno o malo en ciertas medidas para nuestro cuerpo, y su función en el organismo es, entre otras cosas, regenerar las vainas celulares imprescindibles para la vida.
La grasa corporal en cambio, es energía acumulada en los adipocitos, tejido adiposo, y el componente almacenado es el hidrato de carbono, alimentos que provienen del trigo y el cereal, así como el pan, la pasta, etc. Cierto es que, la absorción de los hidratos es mayor si la acompañamos de lípidos, pero, aun así, lo que se almacena son estos hidratos que comemos de más.
¿Cómo calculamos cuánta cantidad de tejido adiposo hay en nuestro cuerpo?
La herramienta por excelencia es el adipómetro. El adipómetro nos valdrá para medir nuestros pliegues cutáneos y junto a unas sencillas operaciones, recibiremos un resultado en porcentaje, que podemos utilizar como punto de partida o referencia para saber si continuamos como vamos, o tenemos que cambiar ciertos hábitos de nuestra vida.